ESENCIA DE MUJER. Luisa Sánchez. Artículo publicado en La Opinión

ESENCIA DE MUJER

Luisa Sánchez

Murcia Seniors Club y empresaria

de La Pastora

Buenos días, son las 07:00 a.m. “

Es necesario desmitificar la idea que tienen muchas personas sobre las mujeres trabajadoras cuando, además, son autónomas. En principio, esta condición permite flexibilizar la jornada laboral para coordinar la faceta profesional con la maternidad y la familia. Y parece que debemos sentirnos afortunadas por ello. Dicen: «Tienes horarios flexibles, te organizas como quieres teniendo en cuenta las necesidades de tus hijos, puedes llevarles y recogerles del colegio…».

Se apela, con cierta razón, a que pocas personas tienen esa ventaja profesional para compaginar vida familiar y vida laboral con las exigencias de la empresa. Pero, existe una versión de la realidad que corre riesgo de pasar desapercibida cuanto ésta es la impresión que se tiene.

Lo que no se ve, es que somos esclavas desde las siete de la mañana hasta más allá de la medianoche, pues esa flexibilización hace que debamos recuperar y avanzar incluso de madrugada para igualar nuestra productividad al resto de profesionales, jóvenes hombres o mujeres sin cargas familiares.

Es un hecho indiscutible que las responsabilidades familiares siguen, por desgracias y sin ánimo de generalizar pues hay de todo, recayendo en mayor medida en la mujer.

Le pongo como ejemplo nuestra empresa. La Pastora es una empresa familiar, pimentonera en tercera generación, regentada por cuatro hermanas que, además de empresarias, somos madres, esposas e hijas. Tenemos por tanto diversos frentes abiertos – hijos, empresa, cuidado de nuestros padres y acompañamiento de nuestros esposos. Estos últimos, por razones laborales en la mayoría de las ocasiones, rara vez llevan a nuestros hijos al colegio, o preparan la comida diaria, o conocen las citas médicas de los hijos… entre otras tareas diarias.

Algunos de ellos también son empresarios, por tanto, altamente ocupados a los ojos de una sociedad que insiste en la aberración de mantener unos horarios en pleno siglo XXI que impiden absolutamente la integración del hombre en las responsabilidades familiares. Irónico, ¿verdad?

No es un rumor, ni una frase hecha que se repite sin cesar en los medios de comunicación, sino aquello que vivimos a diario en nuestra empresa, dirigida por mujeres.

Por tanto, tener la suerte de ser madre y autónoma con jornada laboral libre y abierta para cubrir las necesidades familiares es, más que una libertad, un espejismo que nos ocasiona una sobrecarga de trabajo y doble jornada laboral en la mayoría de las ocasiones.

Trabajar antes de que despierte la familia. Trabajar una vez que los niños duermen. Y, para no perder la costumbre, los fines de semana quitarnos cositas y descargar la semana que está por llegar.

La mujer ha conseguido el equilibrio entre su faceta maternal y su realización personal a consta de esfuerzo, constancia, coraje y muchos sacrificios. Por ello, deseo destacar el valor de la autoestima, autoimagen y las expectativas sobre una misma para proyectar y alcanzar las metas y objetivos que nos marcamos al entrar en la sinrazón del competitivo mercado laboral.

Reseñar además que, como autónomas, y para garantizar el logro de nuestros objetivos, nos vemos obligadas al aprendizaje de múltiples tareas dentro de la empresa. Para conseguir estos objetivos debemos rodearnos de un gran equipo que comparta nuestros proyectos. Este equipo es sin duda un pilar fundamental para el crecimiento de la empresaria autónoma y de la mujer familiar, puesto que solo así, y desarrollando alianzas con profesionales independientes paralelos a su actividad, conseguirá dar más coberturas a sus clientes.

Hablar de esencia de mujer es hablar de alguien realizada, con independencia económica, con desarrollo profesional, en búsqueda de nuevos proyectos y alcanzando logros profesionales y familiares.

Resulta inevitable mencionar en este momento, a tantas grandes mujeres que por desgracia, hoy en día, carecen de libertad para elegir una educación, vestimenta, realizarse profesionalmente o expresar libremente su opinión por razones políticas o sociales. Aún queda mucho por hacer. ¡Por ellas!

Buenas noches, son las 00:50 a.m. “

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